miércoles, 2 de enero de 2008

Lenguaje reactivo

Cuando he salido hoy del metro en Wall St he notado algo raro, lluvia, poca gente por la calle, apenas unos turistas europeos cargados de maletas buscando la última ganga, era raro. He subido a mi oficina de la planta 86 y la puerta estaba medio cerrada. Me he dirigido a mi despacho y no me he encontrado con nadie, después de sentarme me he ido a por un café a la máquina y me he encontrado con Mike mi compañero de ventas:"- ¿Qué haces aquí?" "Trabajar. No me ves" Mientras humeaba en mi mano mi taza con café de los Toronto Raptors. "Hoy es fiesta, ¿Te quedas no? Ya total que has venido." He salido corriendo, he recogido mis cosas y me he vuelto a mi apartamento del East River Side a seguir con mi blog.

Últimamente desde que leí el libro de Stephen Covey "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva" he estado muy pendiente del vocabulario que usamos, primero pendiente del mío y después del de la gente que me rodea.

Frases como: "Así soy yo." "No puedo hacerlo. No tengo tiempo.""Si mi jefe fuera de otra manera." "Tengo que hacerlo."forman parte de nuestro vocabulario habitual. Son ejemplos de lenguaje reactivo que se resumen en el siguiente lema del determinista: "No soy responsable no puedo elegir mi respuesta."

Este lenguaje limita enormemente nuestra capacidad de acción, ya que nos vemos incapaces de hacer algo al respecto, nos vemos controlados por algo que esta fuera de nosotros: el tiempo, las situaciones, nos vemos predeterminados: "Tengo", "no puedo", "si fuera de otra forma"...

Contra el lenguaje reactivo el lenguaje proactivo que nos invita a hacernos ciertas preguntas para cambiar de actitud:

- ¿Cómo que no puedes hacer nada? ¿Has examinado las diferentes posibilidades?
- ¿Estás seguro que eres así? ¿Has optado por un enfoque distinto?
- ¿Debes hacerlo o eliges hacerlo?

A mi me ha servido cambiar el "tengo que hacerlo" por el "quiero hacerlo". Tambien evito culpar a otras personas o a las circunstancias de mi propia situación y echarme la culpa a mi mismo. De esta forma aumenta muchísimo la proactividad convirtiéndote en un "solucionador de problemas", tu cabeza empieza a funcionar automáticamente en busca de la solución adecuada sin condicionantes previos y de forma responsable: "Yo estoy al mando".

2 comentarios:

Public enemy dijo...

Así que trabajas en New York? Que envidia me das! Es mi ciudad favorita y a ella me une un lazo muy especial. Es raro el año que no me doy una vuelta por allí! Saludos.

Oscar dijo...

Pues si vivo en New York, llevo poco tiempo aquí. Tambien era mi ciudad favorita, dejé todo y me vine para aquí. Estoy encantado. Cuando vengas me das un toque y te comentaré como lo conseguí. Gracias por pasarte por aquí ;)

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